Analizadas las demandas específicas del tejido industrial del archipiélago canario y del colectivo de ingenieros se constató la necesidad de contar con un espacio donde éstos pudieran desarrollar sus capacidades de innovación y de trabajo en red. Se llegó a la conclusión final de que era necesario implantar un Centro Abierto de Mejora de la Capacidad Productiva, donde se pudieran diseñar prototipos y hacer testeos, que mejorasen las capacidades productivas de los ingenieros industriales. Entre otras funcionalidades se propuso una sala tipo FABLAB equipada con sala de diseño y prototipado, una impresora 3D, una cortadora láser multicam así como un taller de electrónica.